Lo que opinan los consumidores tiene cada vez más peso. Además, hoy en día, hay mayores posibilidades de que sus opiniones lleguen a una gran cantidad de personas. Así que es muy importante saber cómo es el rendimiento de tus productos, y el Product Market Fit puede ayudarte con ello.
Hay muchos factores que intervienen en la satisfacción del cliente. Saber cómo establecerse en el mercado puede representar la clave del éxito. Entre analizar y controlar, lo importante es medir el lugar que ocupa tu producto.
A continuación, te hablaremos sobre la importancia de adaptar el PMF a tu marca, y las medidas necesarias para que tus productos cumplan su objetivo.
Contenido del artículo
¿Qué es el Product Market Fit?
Consiste en lograr que el producto se adapte al mercado, consiguiendo evaluar la rentabilidad de la empresa, conociendo si cubre las necesidades de los consumidores.
Este proceso se valida cuando se comprueba que has ubicado a un grupo de clientes potenciales que generan una respuesta positiva a tu producto o servicio. Es decir, que estás ofreciendo algo que es de interés para la audiencia y lo comienzas a vender.
El Product Market Fit se centra en los siguientes tres elementos:
- Un cliente dispuesto a pagar por tu producto o servicio.
- El coste del producto finalizado es menor que el monto que recibirás al venderlo.
- Verificar que el mercado se encuentra receptivo a tu idea de negocio y, además, es rentable.
Una vez que obtengas tu Product Market Fit no debes desentenderte de él. La razón de esto es porque pasa a ser un valor empresarial que debe ser actualizado y observado con frecuencia. Recuerda que las necesidades, modas y tendencias varían cada día.
¿Por qué es importante el Product Market Fit?
Sabemos que los negocios son para obtener beneficios económicos, sin importar la manera en la que tome la gestión de las operaciones. A pesar de que no existen parámetros específicos para llegar a este fin, las condiciones básicas para alcanzarlo son similares en cualquier caso: ofrecer soluciones para resolver las necesidades de las personas.
Por esto, el método de Product Market Fit ha resultado esencial para guiar por el camino adecuado. Y, lo mejor, es que tiene la ventaja de que pueden hacerse modificaciones cuando los resultados no sean los esperados.
Ten presente que no solo se debe desarrollar un producto calificado, también es primordial tener la seguridad de hacerlo llegar al mercado indicado. Cuando no existe el PMF pueden presentarse signos como la baja frecuencia de uso por parte de los consumidores, inconvenientes al momento de efectuar las ventas o la pérdida de público a la competencia.
Por otra parte, si tu producto ofrece una solución real, en el mercado correcto, y para la audiencia más compatible con tu público objetivo, tu Product Market Fit está en crecimiento. Si este es el caso, la satisfacción del cliente será lo que te motive para obtener nuevas oportunidades de negocio.
Cómo hacer un Product Market Fit
Presta atención al comportamiento del público
Para lograr esto, puedes implementar métricas como Customer Lifetime Value, la cual mide la rentabilidad media que tu empresa alcanzó, mientras negociaba con un cliente específico.
Es importante que tu marca preste atención al comportamiento del público. Este punto es fundamental, porque incluso el consumidor más fiel de un producto puede sentirse motivado a comprar otras alternativas que ofrecen más valor.
Por ello, tu meta en el mercado es lograr que tu marca sea la más valiosa para tus clientes. En tal sentido, no debes conformarte con que uno de tus productos sea exitoso. Efectúa investigaciones y pruebas que te permitan mejorar la usabilidad y garantizarle al cliente la mejor experiencia.
Establece el valor de tu producto
Cuando un producto o servicio se encuentra en su etapa de desarrollo, se realiza una planificación en miras a buscar la mejor opción para introducirlo al mercado. Mientras ese proceso se lleva a cabo, se debe determinar un valor mínimo que el producto o servicio debe proporcionarle al consumidor.
Es decir, establece qué necesidades de la persona se solucionarán con el producto que ofreces y en qué se diferencia este a otras opciones del mercado.
Entender esto es importante para que logres posicionar el producto de manera adecuada. Una vez que llegues al punto más alto del mercado, debes asegurarte de que las ventajas ofrecidas por los competidores no sobrepasen a los que tu marca ofrece.
Define las características que diferencian a tu producto
Es fundamental que antes de que se genere una experiencia al mercado, se definan las características básicas que diferencian tu producto de los demás. Si aplicas este enfoque, podrás estructurar tus operaciones sobre la base de tus ventajas competitivas.
Por ejemplo, si te percatas que en tu nicho de mercado no hay suficientes opciones de envío que sean eficientes, puedes emplear esto como punto de partida en tu estrategia de negocio. Para este caso, la entrega rápida y económica será tu garantía de oferta de valor.
Escucha a tus potenciales clientes
Así como es fundamental definir una línea central para la entrega de valor, también lo es optimizar este aspecto. Son muchas las opciones que puedes aplicar para optimizar un producto o servicio en su etapa de desarrollo. Pero la más eficaz, es ofrecerlo a un público exclusivo de consumidores.
Permite que este grupo exclusivo use tu producto en desarrollo y observa su comportamiento. Los gestores responsables deben permanecer cerca, realizando preguntas que influyan en los consumidores para, posteriormente, preparar sus análisis.
Monitorea tu estrategia
Luego de que un producto es desarrollado, mejorado y lanzado, debes darle continuidad al proceso. Haciéndole seguimiento a su adaptación en el público y al equilibrio del mercado. De esta forma, si notas que algo no va como debiera ir, puedes tomar medidas correctivas.
Hay una técnica comúnmente empleada para estos tipos de análisis, conocida como la regla del 40%. Si logras obtener un resultado positivo en esta evaluación, es sinónimo de que vas por el camino indicado.
Esta técnica se basa en un cuestionario muy sencillo, en el que pueden estar incluidas una o más preguntas. Su principal característica es que debe tratarse de interrogantes fáciles de comprender y que favorezcan respuestas claras.